martes, 5 de enero de 2010

Crónica de no dar pie con bola

Luego de una jornada de trabajo agobiante, llego a mi casa con la idea de cambiarme e irme a al gimnasio, ya que podía enganchar una de esas que se dan piñas al aire, y que si bien poco aprendés de defensa personal, sirve para exorcisar algunos demonios que se cultivaron dentro de mí durante mi día laboral.
Llego al gimnasio, agarro la toalla ( mi gimnasio provee de toallitas a sus socios), subo al tercer piso. Me encuentro con las luces apagadas.
Bajo, le digo a la chica de recepción, con una expresión de muy pocos amigos .
-¿Hoy no está la clase de las ocho?
-Mauri no está.- ¿De quién me estás hablando?, no sé el nombre del profesor, sólo que sé que dan piñas al aire. Nunca me percaté del nombre del sujeto que daba la clase.
La miré con cara de que me digas más porque "Mauri no está" no aclaraba mis dudas.
-Las clases vuelven cuando vuelva Mauri.-ahí entendí que Mauri efectivamente era el profesor y estaba de vacaciones.
Genial- dije, volví a dejar la toalla, y me fui.
Volvi a mi casa, sin haber transpirado una gota, sin haber bajado una caloría y sin haber pegado una piña al aire.
Y encima el señor de abajo de mi casa, se va a preguntar por qué esta boluda sale vestida de gimnasio y vuelve a los cinco minutos.

Ah, y a la mañana me olvidé el tapper con el salpicado de pollo, un durazno y una manzana en la heladera.

Hoy, claramente, no es mi día señores.

3 comentarios:

  1. Maru querida. Me cae muy bien tu blog, me ha sacado unas sonrisas grandes en un dia chiquito.
    Te mando un abrazo grande y Feliz feliz y feliz año.

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  2. es la primera vez q entro a tu blog. GENIAL jajajaja es un humor muuuuuy maru :)

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  3. esta nota es muy tuya!
    ja

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