sábado, 17 de abril de 2010

La fiera durmiente

No soy de esas personas que luchan por lo que es suyo. En la vida cotidiana, digo. Sí, es díficil confesar esto siendo abogada. Pero me cuesta. Es algo que tengo que trabajar todos los días. Cuando alguien se me cola en una fila, me indigno, sí, pero me cuesta horrores hacérselo notar, aunque más no sea que la persona no lo hizo intencionalmente. En realidad, en ese caso, me cuesta más, porque pienso "pobre, no se dió cuenta, no la voy a hacer sentir mal al divino botón, ya fue".

En los comercios me pasa lo mismo. Estoy mejorando, de a poco, pero la mayoría de las veces, vuelvo a mi casa, indignada, pero con la sesación de no haber luchado lo suficiente.

Hoy fui a cambiar unos auriculares de Apple que ya cambié dos veces con la garantía (son muy frágiles, che). Con las grandes marcas no me da pudor, porque siento que la despersonalización del asunto me da más impunidad.

Entro al local.

-Vengo a cambiar unos auriculasres con la garantía.

-Sí, tenés el ipod?

-Sí, lo tengo, pero ¿lo necesitás?

-Sí. Si compraste los auriculares junto con el ipod sí, los necesito.

-Ah, no, los compré por separado. Me parecía raro, porque las veces que vine a cambiarlo no me lo habían pedido.

-Ah, ¿ya los cambiaste? Se pueden cambiar una vez nada más.

-Mirá, yo ya vine dos veces y nunca me hicieron un problema, siempre que tenga la garantía y la factura. Es más, la primera vez que los cambié me dijeron que cualquier cosa vuelva.

La chica me miró. No se si será que finalmente estoy superando el temita de que me pasen por arriba o si será que me iluminé por la charla que tuve al mediodía con mi madre en la que me dijo que me veía muy aplomada y bien plantada en la vida. Pero la chica se quedó callada, y después de unos segundos dijo "Bueno" y llamó al depósito para que bajen los auriculares.

La fiera finalmente se despertó. Y la chica lo notó.

Será cuestión de ponerle el despertador más seguido.

miércoles, 7 de abril de 2010

Mimosa

Tengo un sistema inmunológico fuerte.

Me enfermo cada año y medio. No más que eso.

Cuando era chica lo que más me gustaba de enfermarme era faltar al colegio.

A medida que fui creciendo, lo que más me empezó a gustar de estar enferma fue recibir los mimos y la atención exclusiva de mi mamá.

Ni bien me siento afiebrada, lo primero en lo que pienso es en mi mami haciéndome la comida y mimándome mucho

El año pasado cuado me sacaron las muelas de juicio, fue genial. Mimos de mi mamá sumado a la OBLIGACIÓN de tomar helado. Fue como caminar entre las nubes.

Hoy volví a casa y me sentía con el cuerpo caliente.

-Ma, me tomás la fiebre. Me siento muy mal.

Cuando una tiene 25 años y una sobrina de 1 año y 4 meses son pocas las oportunidades en las que puede captar la atención de su madre.

-Me encanta cuando me enfermo porque me mimás-le dje a mi mamá sin ningún pudor.- voy a ir al dentista a que me saque la muela de juicio que me falta así me mimás.


Me tomó la fiebre y me hizo un purecito que me trajo a la cama, en la misma bandeja en la que me traia la sopa cuando era chiquita.

Me tomé algo para que me baje la fiebre.

Ya me siento mejor.

Una pena.

Tenía la esperanza de que los mimos duren hasta mañana.