jueves, 15 de julio de 2010

La reivindicación del abogado

Hoy se aprobó la Ley del Matrimonio Igualitario.

Esuché y lei muchos comentarios (en Facebook sobre todo), criticando las barrabasadas de ciertos senadores, alabando los discursos de otros.

Yo estoy contenta. Creo que esta nueva ley, por más que a simple vista pareciera que incumbe a un sector de clase media alta, en realidad, afecta a todos. Porque como dijo una juez que hace aikido con mi hermana, la pareja homosexual que se quiere casar, si tiene un buen agobado, se casa. Es decir, hasta el día de hoy, se casaban los homosexuales que tenían el dinero, el tiempo, y la energía suficiente como para contratar un abogado y hacer un juicio.

Hoy hay igualdad. Hoy cualquier persona se puede casar. Sin abogados, sin juzgado. Eso hay que celebrarlo.

"Quien tiene un buen buen abogado se puede casar."

Me quedé pensando en esta frase.

Y me acordé del primer matrimonio de homosexuales que se casó, que estuvo ayer en "A Dos Voces", por TN.

Y pensé en el abogado de ellos. Y en el abogado de la segunda pareja en casarse, y en el de la tercera, y asi. Pensé en todos los abogados detrás de esas personas que lograron ser considerados iguales.

El rol y la conducta del abogado están vapuleados. Con razón quizás. Los abogados nos hemos hecho una mala fama.

Pero lo que sucedió ayer en el Senado, tiene un antecedente directo. Y es el trabajo de los abogados de las parejas que pudieron casarse antes de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario. Los antecedentes de la Leyes es la jurisprudencia(para quienes no están familiarizados con el tema, jurisprudencia se le dice a las sentencias de los jueces). La jurispruencia pule la legislación. Le hace saber a los legisladores las falencias de la normativa vigente, y los choca con una realidad en la que las normas, se quedan atrás.

Y los obreros de la Jurisprudencia son los abogados.

Fueron los obreros del divorcio vincular.

Son los obreros de la despenalización de la tenencia de estupefacientes para consumo personal (digo SON, porque, ojota, a diferencia de lo que cree el común de la gente, la Ley de Estupefacientes no ha sido modificada. La Corte se expidió al respecto, lo cual no es moco de pavo, pero ahora le toca al Congreso)

Y fueron los obreros que construyeron la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario.

Hoy siento orgullo de ser abogada.

Y pienso en esos colegas gracias a los cuales, hoy vivimos en país un poquito más igualitario, en el cual casarse con alguien del mismo género dejó de ser un derecho para la clase media alta, y empezó a ser un derecho para todos.

Y quería dejarlo asentado en algún lugar. Porque sí, claro que los senadores tuvieron la última palabra.

Pero no nos olvidemos de quienes tuvieron el coraje de tener la primera.

2 comentarios:

  1. muy buena vuelta maru, no habia pensado esto y si tenes toda una teoria sobre el cambio aca. si muchos habran pensado "para que tanto solo para casar a una pareja". el cambio de la practica primero, el laburo pequeño pero insistente.

    an

    ResponderEliminar