viernes, 2 de julio de 2010

Esas indomables fantasías...

Hay un momento en las relaciones sentimentales rumbeantes en el que uno tiene la osadía suficiente de pensar que le ha llegado el momento de ser feliz. Que finalmente el amor incondicional, capaz de derribar obstáculos y dificultades tocó su puerta.

Hoy soñé que Argentina jugaba con Brasil en cuartos, y que los brasucas, imresiblemente y ante la mirada atónita del mundo, se volvían a casita.

Nostradamus, me podrían decir.

Venía caminando a la oficina y vi (porque los resultados de los partidos del Mundial en las calles de Buenos Aires son el dato más fácil del cual proveerse) que Brasil ganaba 1 a 0. Nada nuevo. Brasil iba a ganar seguramente, recién empezaba el partido.

Estando en la oficina Andy (Kutnesoff, o como sea que se escriba) me cuenta (a través de la radio, no es mi amigo personal) que Holanda empató. No me provocó nada. Seguramente Brasil iba a meter tres goles más, y ya. Eso era lo que todos pensábamos.

Después Andy me contó que Holanda metió otro gol.

Bien. Todavía estaba la probabilidad de que Brasil arremetiera con todo. Es lo que siempre hacen después de todo. Son un equipo ganador.

Y fue cuando Andy me contó que expulsaron a un brasilero que las ganas de fantasear se me despertaron y empecé a juguetear con un posible final feliz. Corrí a prender la tele de la oficina. Pude imaginarme a Diego con la copa, así como cuando uno fantasea con aquél momento en el cual, a través de un beso, sellamos ese pacto de amor sorprendiendo a todos y burlando todas las probabilidades. Y las imágenes de paseos de la mano por los bosques de Palermo parecer estar cada vez más cerca.

Fantaseé. Y no lo pude evitar. Sé que está mal. Porque sé que mi corazón puede ser roto en mil goles, en varios penales, o en algún error de Demichelis.

Pero hoy Brasil me hizo imaginarme como sería, un domingo 11 de julio con el Obelisco rebalsado de gente y de alegría.

Y sé que mañana los holandeses no nos lo van a hacer nada fácil.

Pero las fantasías son, a pesar de uno, indomables.

3 comentarios:

  1. me encanto esta entrada! es impresionante como vuela tu cabecita... compararla con las relaciones... marivilhoso! jaja
    Bere

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  2. me encanto esta entrada! es impresionante como vuela tu cabecita... y la comparacion... MARAVILHOSA!!!
    Bere

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  3. sorry, es q me figuraba que no se publicaba el mensaje.. je
    BW

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